La isla de Santa Lucía es una joya vibrante, el Hawai del Caribe. Ofrece a los veraneantes naturaleza virgen, playas de ensueño y montañas volcánicas cubiertas de verde, enmarcadas en un asombroso cielo azul. Podrá elegir entre numerosos complejos turísticos que le permitirán disfrutar de las vistas desde los bungalows sobre el agua más espectaculares de la región.
La República Dominicana es otro magnífico destino caribeño. Es una de las islas con mayor diversidad ecológica de la región, con impresionantes matorrales desérticos, exuberantes selvas tropicales y el Pico Duarte, la montaña más alta del Caribe. También encontrará playas doradas salpicadas de cocoteros y bellos ejemplos de arquitectura colonial.
Grecia es el lugar perfecto para las parejas que desean viajar de isla en isla mientras contemplan algunas de las vistas más románticas del Mediterráneo. Entre los placeres de las islas griegas están las pintorescas playas de la escarpada isla de Mykonos y los pintorescos acantilados, los pueblos en lo alto de las colinas y las playas de arena negra de la espectacular Santorini.
Un destino tropical más lejano es Fiyi. Esta cadena de islas del Pacífico Sur ofrece brisas suaves, palmeras ondulantes y románticos resorts sólo para adultos.
Mamá puede hacer una excursión al Centro de Rejuvenecimiento de Fiyi para recibir un masaje corporal completo o pasar un día pescando aguja o buceando entre los arrecifes de coral. Un baño bajo una cascada o relajarse en las fuentes termales y piscinas de barro del valle de Sabeto son el colofón perfecto para el día.
Si mamá tiene Asia en su lista de deseos, piense en unas vacaciones en Tailandia. Es una asombrosa tierra de contrastes, donde antiguos templos coexisten con modernos rascacielos.
Puede pasar unos días en la capital, Bangkok, y dar un íntimo paseo en barco por los bulliciosos canales que dan a la ciudad el sobrenombre de «Venecia de Oriente». No querrá perderse Wat Phra Kaew, considerado el templo budista más sagrado del país, que alberga el Buda de Esmeralda de jade.
Regale a las mamás aventureras una experiencia realmente única: Un crucero a la Antártida. Es la oportunidad de visitar uno de los últimos lugares vírgenes del mundo, y su lejanía significa que ella será una de las relativamente pocas que lo hayan visitado.
También es la oportunidad de ver bandadas de pingüinos deslizándose desde icebergs que se balancean, ballenas que saltan sobre los mares helados y oír el estruendo de los glaciares cuando se desprenden enormes trozos y caen al océano.
La Patagonia, en la base de Sudamérica, que abarca partes de Argentina y Chile, es otro destino de aventura. El Calafate, en Argentina, alberga el enorme y siempre cambiante glaciar Perito Moreno. Maravíllese ante los picos escarpados, las brillantes aguas verdes y las poderosas cascadas del Parque Nacional Torres del Paine, en Chile.
Yuniet Blanco Salas