La falta de Chips, los conocidos semiconductores, esta provocando una crisis sin precedentes en la industria automotriz. Y se estará reflejando en las bajas de ventas.
Un automóvil promedio tiene entre 50 y 150 chips. Se utilizan en un número creciente de aplicaciones, como los sistemas de asistencia al conductor y el control de la navegación.
Cuando la pandemia obligó a los fabricantes de automóviles a cerrar temporalmente sus fábricas el año pasado, los fabricantes de semiconductores reasignaron la capacidad de producción sobrante a las empresas que fabrican teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y dispositivos para juegos, productos muy demandados por los consumidores que no pueden salir de casa.
Luego, las ventas de autos se recuperaron más rápido de lo esperado y los fabricantes de automóviles respondieron aumentando la producción. Pero quedaron al final de la fila de los chips.
Volkswagen, Ford, Fiat Chrysler y Nissan se vieron obligados en enero a adaptar la producción y, en algunos casos, a paralizar las plantas debido a la escasez.
Y esto no termino aquí, ya que el l problema sigue afectando a la industria.
Mini, propiedad de BMW, tuvo que suspender la producción en una planta de Inglaterra durante tres días, debido a la disponibilidad de componentes de semiconductores.
Ford advirtió que la escasez de chips reducirá la producción de este año en unos 1,1 millones de vehículos y recortará sus ganancias en unos US$2.500 millones.
Según la empresa de investigación IHS Markit, la escasez de chips pone en riesgo la producción de 1,3 millones de coches y camionetas en todo el mundo en el primer trimestre.
IHS señaló que el incendio que se produjo en marzo pasado en una fábrica de chips japonesa propiedad de Renesas Electronics, empeoró la situación.
NXP Semiconductors, Infineon y Samsung se vieron obligados a cerrar sus fábricas en Austin durante una semana en febrero debido a una tormenta de invierno que interrumpió el suministro de electricidad y agua.
«Los cierres de una semana se resentirán durante meses», dijo IHS en una reciente nota de investigación.
Una gran parte del problema: los fabricantes de automóviles tienen opciones limitadas cuando se trata de asegurar un suministro adicional.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, por ejemplo, es responsable de la producción de cerca del 80% de las unidades de microcontroladores utilizadas en los coches, según un informe de Bain & Co.
Estas piezas gestionan funciones como los vidrios eléctricos, los frenos y los faros. TSMC está invirtiendo US$ 100.000 millones en chips avanzados durante los próximos tres años para hacer frente a la creciente demanda.
Un número creciente de fabricantes de todo el mundo tiene problemas para abastecerse de semiconductores, lo que retrasa la producción y entrega de productos y amenaza con hacer subir los precios que pagan los consumidores, y se ven reflejados en los sobreprecios de muchos automóviles.
Con la mayor parte de la producción de chips concentrada en un puñado de proveedores, los analistas advierten que es probable que la escasez dure todo el 2021 y parte del 2022, lo que abrirá varias grietas en los precios de los automóviles.
Fuente: CNN